(Publicado el 10/10/2022)
Gracias Sonia Predrueza y Susana Bidán por el relato y las fotos!!
OHHH!!! SORPRESA ¡!!!!!!!
… volvimos a tener misas en el Club Social Dano-Argentino de Coronel Dorrego, SIIIIIIIII y, esta vez, fue un domingo con clima especial, estábamos todos ansiosos, felices, sonrientes, abrazándonos, estrechando manos, … claro … la misa la daba Aldo, el pastor entre comillas, el que nos acompañó tantos años con misas, bautismos, confirmaciones, cenas, café, charlas, risas, guitarreadas, la misa de navidad, y tantas cosas más; tantas que las palabras sobran, lo dicen nuestros corazones al palpitar.
¡Todos tuvimos miles de pensamientos, situaciones y sentimientos más que encontrados, empezó la misa, las lecturas de la Biblia y el sermón de Aldo desde el orador, que magia!!! Todo era atención, concentración aceptar moviendo las cabezas diciéndole, SI tenés razón y como no. Hablaba mayoritariamente sobre la importancia que Dios le dio a las manos, las que dan protección divina, esas que tanto extrañamos en la pandemia vivida, las manos que curan, las del hola, las de la palmadita feliz o compañera, las que mecen al niño, ayudan al anciano, las que dan y reciben, la importancia de las manos nos inundó de felicidad, nos dio la sanación interior que Dios nos enviaba, nos ayudaron a entender cuan importantes eran en nuestras vidas.
Aldo hablaba y a nosotros se nos escapaban lágrimas, sonrisas, muecas, nos invadieron las emociones, fue tan pero tan linda la misa!!!!! Nos lleno el alma, nos dejó mucha paz, y felicidad; y la necesidad de estar juntos, de compartir, no nos queríamos desprender de ese momento especial.
¡Gracias, miles de Gracias Aldo!!!!!!!
Nos hacías tanta falta, que fue como volver a nuestras raíces, a los apegos daneses que nos dejaron nuestros padres o abuelos, mantenerlos latentes con la palabra de Dios que nos trajiste una vez más, esa palabra que nos busca y nos guía ….
Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos,
tan solo quieres que yo te siga.
Señor me has mirado a los ojos, sonriendo has dicho mi nombre
y en la arena he dejado mi barca, junto a ti buscaré otro mar.
Y así terminaba la liturgia, inundados de paz y amor, de la palabra del señor, de su sabiduría; y con mucha alegría compartimos el tradicional café con tortas, sándwich, charlas, risas, la vida cotidiana, nos quedamos un montón de tiempo charlando, se respiraba un aire cordial, lleno de partículas de armonía, y los mismos integrantes de la comisión no queríamos juntar nada porque era un placer ver y compartir esos momentos de felicidad junto a la gente que tanto nos ayuda a mantener las instalaciones de este querido Club.
La Comisión del club Social Dano-Argentino de Coronel Dorrego les agradece a todos los que compartieron esa tarde de domingo, fue de esas tardes que nos deberíamos regalar cada tanto para no perder el valor y el bienestar de compartir nuestras raíces, costumbres y creencias; y por supuesto nunca dejamos de agradecer a los que no se pudieron hacer presente por distintas circunstancias –a los que sentimos cerquita- y a la Congregación Protestante del Sud que siempre nos permite publicar las actividades que realizamos durante el año en su página.
Por Sonia Pedrueza