(Publicado el 06/03/2021)
Celebración del Día Mundial de la Oración 2021 en la capilla luterana de Tres Arroyos.
Ayer viernes 5 de marzo celebramos el Día Mundial de la Oración; entendemos que hay que “informarse para orar, orar para actuar”.
El Día Mundial de Oración (DMO) es un movimiento universal ecuménico de mujeres cristianas surgido a fines del Siglo XIX. Simbolizado por una fecha central de oración -primer viernes de marzo- cada año son las mujeres de un país diferente quienes preparan la liturgia.
Este año, el encuentro se preparó bajo el lema “Construyamos sobre una base firme” elegido por mujeres cristianas de Vanuatu quienes tuvieron a cargo la preparación de la celebración. En Tres Arroyos en los últimos años se han hecho los encuentros en distintas sedes y templos; este año fue en la capilla luterana.
Se unieron, para su preparación, mujeres de la Iglesia Reformada, de la Unión Evangélica, del Ejército de Salvación y de la Iglesia Luterana; es una actividad en que se invita a las mujeres de todas las comunidades cristianas a ser parte también.
En el encuentro de ayer, leímos la liturgia en la que el momento de reflexión estuvo a cargo de la pastora Annedore Venhaus sobre el texto del Evangelio de Mateo 7: 24-27[1], y la bendición final a cargo del Pastor Martín Olesen.
Como broche final, cuatro niñas, en representación del Ejército de Salvación realizaron una coreografía alusiva; ¡nuestro aplauso para ellas!
La ofrenda que se llevó a cabo se destina a las mujeres de Vanuatu casi en su totalidad.
Para este encuentro se presentaron elementos que identifican al pueblo de Vanuatu. La bandera del país fue confeccionada por Krina Scigalszky; ¡se le agradece su hermoso trabajo!
Mi agradecimiento a quienes colaboraron para que esto fuese posible, a Beatriz Ullerup por su muy buena predisposición para preparar el lugar, y también a quienes se acercaron para compartir este momento en que oramos por Vanuatu y el resto del mundo.
Ana Beatriz Kisbye
[1] Mateo capítulo 7: 24-27.
24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca:
25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca.
26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena:
27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»